Brilianto
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Mina de diamantes en Botswana, país participante en el Kimberley Process

Diamantes de laboratorio Vs. diamantes de extracción: ¿qué diferencias hay?

Los diamantes de laboratorio y los diamantes de mina comparten más similitudes de las que podríamos imaginar. Desde un punto de vista químico, óptico y gemológico, ambos tipos de diamantes son esencialmente iguales. Las diferencias se manifiestan cuando nos preguntamos cómo (proceso de formación) y dónde (origen) se crean estas gemas. En este artículo analizaremos las principales diferencias entre los diamantes creados en laboratorios y los diamantes de extracción, destacando la influencia de las percepciones del consumidor.

¿Qué dice la ciencia sobre los diamantes de extracción y los diamantes de laboratorio?

En 2018, la Federal Trade Comission (Comisión Federal de Comercio, FTC por sus siglas en inglés), la agencia del gobierno de EEUU que supervisa el comercio y protege a los consumidores, eliminó la palabra natural de la definición de diamante. Según la FTC, «un diamante es un mineral que consiste esencialmente en carbono puro cristalizado en el sistema isométrico». Sin embargo, en la definición que se remontaba a 1956, cuando solo existían los diamantes de extracción, el término mineral iba acompañado del adjetivo natural. La expresión utilizada era «mineral natural».

Un diamante es un monocristal de carbono, sea cual sea el origen: una mina o un laboratorio. Si siguiésemos recurriendo al concepto natural, tan natural sería un diamante creado con alta tecnología como uno de extracción, al menos desde el punto de vista de la composición.

Desde un punto de vista científico, un diamante de laboratorio no es un producto sintético. En otras palabras, no se produce mediante un proceso de síntesis complejo que implique la combinación de varios elementos, como ocurre con materiales como el circonio cúbico (CZ).

En la sección Definición y uso inapropiado de la palabra diamante, de las Guías para las industrias de joyería, metales preciosos y estaño, esta comisión federal de EEUU establece que:

  1. Un diamante es un mineral, un monocristal de carbono, con independencia de su proceso de formación. Hoy es posible crear diamantes de laboratorio que tienen las mismas propiedades ópticas, físicas y químicas que los diamantes de minería.
  2. Cuando «una marca utiliza el término sintético para insinuar que el diamante cultivado en laboratorio de un competidor no es un diamante real», se trata de una práctica engañosa.

Control de calidad y fabricación de joyas. Proceso de extracción y carbonización del Diamante Brilianto

Proceso de creación del diamante

La diferencia más evidente entre los diamantes de laboratorio y los de extracción radica en el proceso de creación.

Formación natural en la Tierra

La mayoría de los diamantes de extracción se formaron a gran profundidad bajo la superficie de la Tierra, en el manto terrestre. Miles de millones de años de calor y presión hicieron que el carbono se cristalizara en diamantes, transportados cerca de la superficie terrestre por erupciones volcánicas.

Creación del diamante con alta tecnología

Los diamantes de laboratorio, como dice el nombre, se han creado en un laboratorio, en unas instalaciones especializadas y dotadas de alta tecnología.

Las dos tecnologías más importantes para la creación de diamantes de laboratorio son:

  • Deposición química de vapor (CVD). El punto de partida es una semilla de diamante, que es una sección delgada de un diamante de laboratorio preexistente que ya tiene la estructura cristalina para el diamante que se va a crear. En una cámara de vacío, se utilizan gases ricos en carbono, como el metano, y se aplican altas temperaturas para que el carbono se deposite y forme capas sobre la semilla. De ahí la expresión en inglés lab-grown diamond. Una vez el diamante se ha creado, ya estará preparado para ser tallado y pulido, como se haría con un diamante extraído de una mina. De hecho, tanto un tipo de diamante como el otro son carbono puro y son, desde un punto de vista químico, lo mismo.
  • Alta Presión Alta Temperatura (HPHT). En este método, se emplea una prensa para aplicar altas presiones y temperaturas a un material de carbono, como grafito, imitando las condiciones naturales bajo las cuales se forman los diamantes en la Tierra. Este proceso fuerza la transformación del carbono en diamante. Aunque es un método más antiguo, todavía se utiliza para crear diamantes de alta calidad en laboratorios.

Los primeros diamantes de laboratorio se produjeron en la década de 1950, pero ha sido necesario un desarrollo de 60 años para lograr diamantes con una calidad comparable a las gemas de origen terrestre

Precio de los diamantes de laboratorio y diamantes de minería

El precio del diamante es una de las diferencias entre las gemas de laboratorio y las de mina. Los diamantes creados en un laboratorio tienden a ser más asequibles.

¿Qué factores influyen en la estructura de costes de producción y comercialización, y explican estas diferencias de precio?

Rareza y exclusividad del diamante

Una de las razones principales por las cuales los diamantes de extracción son tan costosos tiene que ver con su rareza. La imprevisibilidad de la calidad y tamaño de los diamantes extraídos contribuye a la exclusividad, ya que cada diamante es único. La naturaleza impredecible de la minería es un factor clave que contribuye a la exclusividad y, por lo tanto, al precio más alto de los diamantes de origen en la minería.

Sin embargo, si el carbono utilizado en la creación de diamantes de laboratorio proviene de fuentes exclusivas o de alto valor percibido, como por ejemplo el césped de un estadio deportivo icónico, podría agregar un valor adicional y único a estos diamantes. Esto podría influir en el precio, sobre todo si los consumidores valoran la procedencia exclusiva y simbólica del origen del carbono.

En la industria del diamante, la procedencia y la historia detrás de una piedra preciosa a menudo son factores que influyen en su valor. Si el diamante de laboratorio puede ser rastreado hasta una fuente única y reconocible, esto podría convertirse en un argumento de venta único y diferenciador.

Costes

En el ámbito de los costes, hay grandes diferencias entre unos diamantes y otros. Las minas de diamantes son explotaciones complejas con grandes estructuras de costes. Implican inversiones significativas en maquinaria y tecnología, además de costes operativos elevados debido a las altas necesidades de consumo energético y de mano de obra especializada.

La complejidad de estas operaciones, junto con los riesgos asociados, contribuye a los altos costes de producción de los diamantes de extracción.

En contraste, los avances tecnológicos permiten una mayor eficiencia en la creación de diamantes de laboratorio. La producción controlada en entornos de laboratorio reduce costes operativos y elimina la incertidumbre relacionada con la extracción en minas.

Valor del diamante

El valor percibido del diamante es el valor que el mercado asigna a una piedra. Ninguna gema, sea cual sea su rareza, calidad o exclusividad, incorpora un valor inherente, sino que lo que hace es proyectar el valor que el consumidor le otorga a partir de sus percepciones y criterios de valoración.

En el caso de los diamantes de laboratorio, incluso si tienen una calidad similar, pueden ser percibidos como de menos valor por parte de los consumidores que aprecian el origen terrestre y las características únicas del diamante de extracción. Por otro lado, hay consumidores que dan toda la importancia a la sostenibilidad medioambiental y la dimensión ética de los diamantes de laboratorio, por lo que tenderán a otorgar más valor a estas gemas.

Asimismo, y como ya hemos explicado, el diamante de laboratorio puede mejorar su percepción de valor si la gema se ha creado a partir de carbono de origen único, para el diseño de colecciones exclusivas.

Los tasadores no necesariamente disminuirán el valor de una piedra de laboratorio, pero pueden calificarla en una escala de valor diferente.

Durabilidad del diamante

En términos de durabilidad, los diamantes de laboratorio y los diamantes naturales son igualmente duraderos. La durabilidad de un diamante está relacionada con su dureza, y tanto los diamantes de laboratorio como los naturales comparten la misma composición química y estructura cristalina, ya que ambos están compuestos sobre todo de carbono dispuesto en una estructura cristalina de diamante.

Ambos tipos de diamantes ocupan el nivel más alto (10) en la escala de dureza de Mohs, que mide la resistencia de un mineral a ser rayado. Como resultado, son extremadamente difíciles y resistentes a daños. Los diamantes son conocidos por su durabilidad y resistencia al rayado y desgaste en comparación con otras sustancias.

Por tanto, la durabilidad entre diamantes de laboratorio y diamantes naturales es prácticamente la misma, ya que ambos comparten la misma dureza excepcional característica de los diamantes.

Claridad del diamante

En general, tanto los diamantes de laboratorio como los diamantes naturales pueden tener niveles de claridad similares.

La claridad de un diamante se refiere a la presencia de inclusiones (imperfecciones internas) y defectos externos. Ambos tipos de diamantes pueden clasificarse según la escala de claridad fijada por organizaciones gemológicas, como el Gemological Institute of America (GIA) o el International Gemological Institute (IGI).

En el caso de los diamantes de laboratorio, los procesos de crecimiento controlado pueden resultar en diamantes con claridad muy alta, ya que los científicos pueden minimizar o controlar la formación de inclusiones durante la síntesis.

En los diamantes de extracción, la claridad puede variar de forma significativa por las condiciones geológicas en las que se formaron. Algunos diamantes de origen terrestre pueden tener una claridad excepcionalmente alta, mientras que otros pueden tener inclusiones más visibles.

Color del diamante

Con los diamantes de laboratorio, los científicos tienen la capacidad de controlar y decidir el color durante el proceso de elaboración. En el proceso de producción de CVD, por ejemplo, los técnicos pueden introducir ciertos elementos o impurezas controladas en el diamante para generar colores específicos.

Esta capacidad de control es una de las ventajas de los diamantes de laboratorio, ya que permite a los fabricantes producir diamantes con colores específicos de manera más predecible y personalizada. En comparación, los diamantes de extracción adquieren su color debido a impurezas y deformidades cristalinas durante su formación en la naturaleza, y esta variación no es controlable.

Aspecto del diamante

Cuando se trata del aspecto, los diamantes de laboratorio y los diamantes de extracción son idénticos a simple vista. Ambos tipos de piedras preciosas comparten las mismas características ópticas y visuales que los hacen tan apreciados. Las similitudes incluyen el brillo deslumbrante, el juego de colores en la luz y la capacidad de reflejar la luz de una manera que crea ese característico destello en los diamantes.

La tecnología moderna utilizada en la creación de diamantes de laboratorio ha avanzado tanto que puede replicar con precisión las condiciones bajo las cuales se forman los diamantes de extracción. Esto significa que, en términos de apariencia, los diamantes de laboratorio son indistinguibles de las gemas extraídas de la Tierra. ¡No hay diferencias!

Incluso los expertos en gemología se enfrentan a un desafío a la hora de diferenciar entre un diamante de laboratorio y uno natural sin la ayuda de equipos especializados. Es esta extraordinaria similitud visual la que ha llevado a la incorporación de inscripciones láser u otros marcadores para distinguir entre los dos tipos, asegurando la transparencia y la autenticidad en el mercado de diamantes.

Diamante ético

Componente ético y sostenible del diamante

Una de las consideraciones más importantes al comparar diamantes de laboratorio y diamantes de extracción se centra en los aspectos éticos y sostenibles de la industria.

Impacto medioambiental

Los diamantes extraídos de minas tradicionales a menudo conllevan un impacto medioambiental significativo. La minería puede dar lugar a la degradación del suelo, la deforestación, la contaminación del agua y la alteración de los ecosistemas locales. Además, la energía utilizada en la excavación y el transporte de los diamantes contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero.

En contraste, los diamantes de laboratorio suelen tener un impacto medioambiental menor. Aunque la producción de diamantes de laboratorio también requiere energía, esta huella de carbono es mucho menor que la asociada con la minería tradicional. Algunos productores de diamantes de laboratorio incluso buscan prácticas más sostenibles, utilizando fuentes de energía renovable y adoptando medidas para reducir su impacto ambiental. En algunos casos, la huella de carbono es negativa, lo que significa que la empresa está compensando con creces las emisiones de carbono que genera.

Conflictos y derechos humanos

La industria del diamante se ha enfrentado a desafíos éticos relacionados con los diamantes de sangre o diamantes de conflicto, que financian conflictos armados y violaciones de los derechos humanos en determinadas regiones. Aunque se han implementado regulaciones como el Proceso de Kimberley para abordar este problema, la trazabilidad completa de los diamantes puede ser difícil de garantizar en la cadena de suministro.

Los diamantes de laboratorio, al no depender de minas conflictivas, se consideran una opción ética. Su trazabilidad puede ser más fácil de gestionar, proporcionando a los consumidores una mayor seguridad de que sus diamantes no están vinculados a conflictos armados o violaciones de derechos humanos.

Trabajo y condiciones laborales

La extracción de diamantes en minas a menudo ha estado asociada con condiciones laborales difíciles y, en algunos casos, explotación laboral. Los trabajadores pueden enfrentarse a riesgos para la salud y seguridad, largas jornadas laborales y bajos salarios.

Certificaciones y transparencia

La creciente demanda de diamantes éticos ha llevado a un aumento en la transparencia y certificaciones en la industria. Algunos diamantes de extracción ahora cuentan con certificaciones que garantizan su origen ético y sostenible. Sin embargo, la implementación y cumplimiento de estas certificaciones pueden variar.

En el caso de los diamantes de laboratorio, la trazabilidad y la transparencia pueden ser más fáciles de conseguir. Algunos fabricantes ofrecen detalles específicos sobre el proceso de producción y las fuentes de energía utilizadas.

Unos y otros diamantes reciben el certificado IGI.

Diamantes de laboratorio Vs. diamantes de mina: la historia detrás de cada gema

Los diamantes de laboratorio y de extracción tienen similitudes y diferencias. La elección entre ellos depende de las preferencias individuales en cuanto a origen, valor percibido y consideraciones éticas y medioambientales. La industria continúa evolucionando para satisfacer las cambiantes preferencias del consumidor, y la transparencia se ha convertido en un factor clave en la toma de decisiones de los compradores. Unos y otros diamantes pueden recibir el certificado IGI, pero es la historia detrás de cada gema lo que define su singularidad y valor.

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