Los diamantes éticos son respetuosos con los derechos humanos, las comunidades locales y el medio ambiente a lo largo de toda su cadena de valor, desde la producción en un laboratorio o la extracción de la gema de una mina, hasta su entrega al cliente final.
Siendo el diamante, como es, una joya que refleja sentimientos y valores positivos —compromiso, lealtad, belleza, pasión—, era toda una contradicción que una significativa parte de la producción se hiciese en países que infringían los derechos fundamentales y en unas condiciones perjudiciales para trabajadores y medio ambiente. Afortunadamente, en los últimos años la industria del diamante se ha transformado para mejor, y los denominados diamantes de sangre están perdiendo relevancia.
En esta evolución hacia un diamante ético y sostenible han sido cruciales los diamantes de laboratorio, creados con la máxima pureza y calidad a partir de fuentes ricas en carbono, sin necesidad de minería
En este post nos proponemos explicar las diferentes dimensiones y características del diamante ético, así como destacar la importancia de leyes, sistemas internacionales de certificación y tecnologías como blockchain —clave para trazabilidad y cadena de custodia— comprometidos en acreditar el origen ético de estas piedras preciosas.
Brilianto: diamantes de laboratorio exclusivos y éticos
Brilianto diseña colecciones de diamantes exclusivos, creados en un laboratorio de alta tecnología que reproduce las extremas condiciones de alta presión y temperatura existentes en la formación natural de diamantes en la Tierra.
Los diamantes de laboratorio provienen de fuentes de carbono éticas, como por ejemplo el césped de un estadio en las colecciones de joyería inspiradas en un club de fútbol
Las colecciones de diamantes exclusivos combinan la elegancia y el lujo del diamante con los valores y emociones que instituciones deportivas y otras entidades inspiran.
Diamantes en zonas de guerra
Para definir claramente el concepto de diamante ético, es esencial comprender su opuesto. Es decir, el diamante que financia guerras y perjudica a trabajadores —a través de la explotación laboral y el trabajo forzado—, comunidades locales y medio ambiente.
Los diamantes sin garantías éticas se extraen de minas en zonas de guerra o en territorios donde hay conflicto armado y violaciones de los derechos humanos. Los diamantes relacionados con conflictos bélicos fueron denominados diamantes de sangre (blood diamonds) por la ONU en los 90. Este término se popularizó ampliamente gracias a la película Blood Diamond (2006), protagonizada por Leonardo DiCaprio.
El término diamante de sangre se refiere de forma específica a los diamantes que han sido extraídos en zonas de guerra —muchas veces por trabajadores mal pagados o esclavizados— y se venden para financiar a grupos rebeldes y señores de la guerra.
En los últimos años, la minería de diamantes se ha expandido a más países comprometidos con los derechos humanos, como Canadá. Además, países con larga tradición en la extracción de gemas que vivían conflictos en el pasado, se han convertido en destacados ejemplos de ética en la producción de diamantes. De esta manera, por ejemplo, Botswana y Costa de Marfil se han adscrito al acuerdo de certificación internacional Kimberley Process.
El camino hacia el diamante ético
La concienciación internacional sobre los diamantes de sangre y sobre la corrupción y la falta de supervisión en parte de las transacciones del sector, se inició en Sierra Leona. A primeros de los años 90, los diamantes contribuyeron al estallido de la guerra civil en este país. Las atrocidades de este conflicto provocaron una investigación sobre el comercio de diamantes y suscitaron una ferviente demanda de regulación a nivel internacional.
La presión de la opinión pública hizo efecto. Así, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, emitió la Orden Ejecutiva 13194 (enero de 2001), que vetó la importación de diamantes de Sierra Leona. En 2003, EEUU implementó la Clean Diamond Trade Act. Esta ley prohibió la importación y exportación de cualquier diamante en bruto no certificado por el Kimberley Process.
El Kimberley Process es un régimen comercial multilateral creado para evitar el comercio de diamantes de zonas de conflicto.
Kimberley Process: comercio internacional de diamantes éticos
El Kimberley Process es un acuerdo internacional impulsado en 2003 por 52 países, la Unión Europea y una serie de organizaciones internacionales. Se trata de un sistema de certificación para regular y supervisar el comercio internacional de diamantes. Los países firmantes del acuerdo deben acreditar que sus diamantes no están relacionados con ningún conflicto. En inglés, el término es conflict free diamonds.
¿De qué forma exacta entiende el Kimberley Process el significado de un diamante ético? Básicamente, restringe la definición a los diamantes en bruto utilizados para financiar guerras contra gobiernos legítimos
Como veremos más adelante, esta definición no es lo suficientemente amplia, y presenta algunas lagunas.
El sistema Kimberley exige certificaciones en cada una de las etapas de la cadena de suministro. Por tanto, el diamante debe ser certificado cuando se extrae, pule, talla y vende. Los más de 80 países certificados por el Kimberley Process solo pueden comerciar diamantes con otros países incluidos en este régimen comercial.
Gracias al Kimberley Process, el 99,8% de los diamantes son éticos, sin relación con conflictos, según la International Gem Society (IGS)
Las limitaciones de Kimberley Process para acreditar diamantes éticos
El Kimberley Process ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de la ética en la industria de los diamantes. Sin embargo, tiene limitaciones y no siempre evita el comercio de diamantes manchados por el conflicto.
- Diamantes de contrabando. La certificación se basa en el último país de exportación. Esto significa que un diamante puede ser certificado como ético incluso si tiene un origen de contrabando desde un país no incluido en el Kimberley Process.
- Violencia generada por gobiernos y ejércitos. El Kimberley Process define el conflicto exclusivamente en términos de la violencia causada por grupos rebeldes. Se excluye así la violencia ejercida por los gobiernos y ejércitos contra la población civil.
Tipos de diamantes éticos
El concepto de diamante ético ha expandido su significado más allá de la definición establecida por el Kimberley Process. El significado incorpora más dimensiones, como un trato justo de los mineros, el desarrollo económico de las comunidades locales y la protección medioambiental.
Los diamantes éticos se pueden clasificar en los siguientes tipos:
Diamantes de laboratorio
La mejor manera de saber que un diamante es totalmente ajeno a la explotación de personas y a conflictos es adquirir un diamante de laboratorio. Los diamantes producidos en un laboratorio exhiben las mismas propiedades físicas, químicas y de apariencia —la misma intensidad, destello y brillo— de los diamantes naturales o extraídos de una mina. Además del origen ético, una ventaja destacada es que la producción con la más alta tecnología en un laboratorio permite obtener los máximos grados de pureza, en contraste con los diamantes de minería, que varían en calidad.
La ética de estos diamantes se amplía al ámbito de la sostenibilidad medioambiental. La explicación es que los diamantes de laboratorio prescinden de una actividad minera que daña el entorno natural. Además, el consumo energético para la creación de un diamante de laboratorio es mucho menor.
Brilianto recurre a tecnología avanzada y energía de fuentes renovables para crear diamantes exclusivos, de alta calidad y pureza, con prácticas que minimizan el impacto medioambiental
La reducción de las emisiones de CO2 en la fabricación de un diamante de 1 quilate en el laboratorio equivale a la absorción anual de CO2 de 17 árboles.
Diamantes certificados por el Kimberley Process
Como hemos visto, los diamantes acreditados por el Kimberley Process han contribuido a un comercio internacional de diamantes más ético y transparente. Ahora bien, este acuerdo presenta lagunas, por lo que muchas empresas sensibilizadas por la ética han puesto esfuerzos, apoyados en tecnologías como blockchain, para asegurar que origen y cadena de valor del diamante sean totalmente transparentes.
Diamantes completamente libres de conflicto
En los últimos años, más empresas del sector han optado por una supervisión más rigurosa de todo el proceso que va desde la extracción del diamante hasta su venta al cliente final.
Con un sólido protocolo de cadena de custodia, solo comercializan diamantes que provienen de explotaciones mineras o países sin ningún tipo de violencia o conflicto, y que cumplen con los estándares internacionales en derechos laborales, comercio y medio ambiente.
Si bien la mayor parte de los diamantes de mina se extraen en África, ganan protagonismo los diamantes naturales con origen en explotaciones mineras en Canadá y Australia. Canadá se ha convertido en el tercer proveedor mundial de diamantes.
Diamantes reciclados
Otra fórmula para asegurar la ética de la transacción es elegir un diamante reciclado. Se trata de diamantes que pueden ofrecer el mismo brillo y claridad de una pieza acabada de tallar, pero no contribuyen a la demanda de diamantes de nueva extracción.
Blockchain, tecnología clave de los diamantes éticos
La tecnología blockchain se ha convertido en una valiosa aliada en el proceso de certificación de diamantes éticos, tanto de origen natural como de laboratorio.
Brilianto ha establecido estándares de próxima generación en joyería, en asociación con Sede Blockchain, una destacada empresa de tecnología blockchain. La tecnología de vanguardia basada en blockchain se ha integrado en la cadena de suministro de manera fluida y segura para certificar la trazabilidad y cadena de custodia de los diamantes de laboratorio de las colecciones.
Los clientes obtienen un token, un activo digital que contiene información detallada sobre el origen, características y recorrido de cada diamante.